Todos los expertos apuntan que solo podemos parar el Coronavirus si nos mantenemos en casa, si quienes tienen abierto hacen los protocolos con rigor exquisito, si aguantan los médicos, enfermeras, personal sanitario, celadores, cuidadores de mayores, etc, cuerpos policiales y gremios de servicios.

Así de claro, se para si nosotros terminamos con el movimiento. Por supuesto la llegada del calor también ayudará. Todos sabemos que será a finales de abril cuando se valore si estamos listos para volver a las calles o no.

Mientras todo esto ocurre los residentes en Manacor nos han mandado 100 preguntas en los últimos 4 días, de ellas resaltan una docena porque coinciden con el mismo problema. Nos dicen que si no se puede trabajar, ni moverse, como quedará la tramitación y adjudicación de las obras de los colegios Ses Comes de Porto Cristo, Simó Ballester, Sa Torre. Al suspenderse toda actividad presencial municipal, como se enteran de lo que va aconteciendo. Esa preocupación es la más elevada.

Por otra parte hay numerosos residentes que están muy preocupados con el Convenio del Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Manacor referente al Hipódromo Municipal. Había que sacar a concurso las obras de climatización del centro hípico (su bar restaurante), arreglar desperfectos, mantenimiento, homologación del personal, pistas, cuadras.

El grave problema del virus invasivo y la ralentización de la administración puede llevar al traste la inversión. Ahora todos los esfuerzos son para otras necesidades.

También están consternados porque al saber que se cierran las fronteras en Mallorca y en España está claro que no llegarán turistas y supone perder parte de la temporada o toda en la única fuente de ingresos que se tiene. Eso duele aseguran y mucho, todos/as salimos afectados de doble manera, se pierde nuestros puestos de trabajo y los ingresos necesarios para que gire la rueda.

Eso nos dicen, nosotros lo ponemos blanco sobre negro y ahí queda. También están preocupados por las estafas, siempre los amigos de lo ajeno aprovechan los momentos de confusión para engañar a ciudadanos de buen corazón.